martes, 2 de noviembre de 2010

Sobre el Autor


Su trabajo lo dedica a la promoción y al rescate de la fauna y las tradiciones venezolanas
Francisco Machado desde joven sintió las inquietudes por crear. Estando en el liceo estudió la asignatura Educación para el Trabajo, en el área de madera, con el profesor José Madrid quien observó las destrezas que poseía y decidió darle clases particulares, lo que significó los primeros pasos en el arte.
La inquietud y la curiosidad siempre lo caracterizaron y lo llevaron a participar en distintas salas de exposición nacionales en las que logró obtener su primer premio, gracias a un cofre que realizó.
La pasión por dibujar también fue parte fundamental de esos primeros pasos que dio este artesano. Confesó que los años de práctica y de experiencia lo han llevado a incursionar en la parte artística con figuras de alto relieve, las mismas  que recrea con un poco de color que le da con ayuda de la  pintura acrílica.
Al llegar a este escalón Machado se sintió llamado a hacer su trabajo enfocado en la preservación de la fauna y en la consolidación de la cultura popular, es por eso que en muchos de sus trabajos se pueden observar las figuras de los Diablos Danzantes de Yare, la guacamaya y otras aves representativas. Además estos mensajes los aprovecha para educar e instruir a sus compradores.
Un proceso creativo
Lo primero que hace el artista es el boceto de la figura que realizará, ésta la diseña en la madera, luego va cortando por partes la figura, después las lija y las pinta, para finalizar su trabajo vierte una variedad de colores sobre una base del mismo material del tronco en el que empezará a armar y a pegar la imagen.
Las lijas, las limas, las sierras caladoras para los cortes grandes y los serruchos son los elementos que ayudan a Machado a realizar sus trabajos, teniendo como base o materia prima la madera contraenchapado.
“La técnica fundamental de mi trabajo es aserrado en madera, que se da con un arco de calar. El noventa por ciento de este trabajo es  manual”, dijo el artífice al mencionar que estas actividades las hace, en su taller, ubicado en un rincón de su casa en la avenida San Martín.
Un espacio para lo didáctico
Cuando se trata de crear, Machado pone a volar su imaginación, muestra de esto es el pesebre que elaboró con distintos tamaños, los cuales son armables, creando en el hogar un ambiente de diversión.
“La necesidad que tienen las personas me han hecho crecer, recuerdo que una vez un padre necesitaba para su hijo un avión y un dinosaurio, logrando la satisfacción por alcanzar ese gran reto”. 
Machado contó que su aprendizaje ha sido en su mayoría autodidacta, sumado a los conocimientos que compañeros artesanos le han transmitido en el compartir de la creación de distintos trabajos.
El trabajo artesanal que viene realizando Machado desde muy joven lo ha llenado de satisfacciones, además recordó que por un tiempo la creación en madera fue fuente de ingreso y lo ayudó a pagar parte de sus estudios.

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